Patatas Gómez ofrece el máximo cuidado a sus patatas. Desde la llegada a los almacenes y hasta su conservación en cámara, se llevan a cabo varios pasos fundamentales, como el control de temperatura, lavado, calibrado, test de fritura y otras acciones de prevención sanitaria.
Patatas Gómez se asegura de que las condiciones sean óptimas y, para ello, se realiza una primera toma de muestras. Se selecciona un centenar de tubérculos, escogidos de diferentes puntos del camión en el que han sido transportados, y, una vez en el laboratorio, se someten a un control de calidad a pequeña escala para comprobar el comportamiento que tendrán en su posterior transformación en fábrica. Así, un test de fritura permite ver si las patatas mantienen la calidad adecuada y la exposición al calor sirve para comprobar si evoluciona alguna enfermedad.
El resultado de estas pruebas determina si las patatas son aptas para el consumo.